El “misterioso” embarazo de Adriana Pérez (+Carta a los hijos que están por nacer)

Anunciaron que los EE.UU y Cuba restablecerían relaciones diplomáticas luego de medio siglo, pusieron las imágenes del resto de los héroes que llegaron a la Patria. Parecía que estas serían las noticias del siglo en Cuba… pero todo el mundo en la calle lo que comentaba era el embarazo de Adriana Pérez, la esposa de Gerardo Hernández.
“¿Cómo fue eso?”, “¿qué pasó?”, “¿y cuándo?”, “eso está raro…”, se escuchaba en las guaguas, pasillos y corredores. “Pero qué bueno que él llegó ahora, este es el momento, para que vea el nacimiento del niño”, decía la gente con la familiaridad de quien habla de un hermano o de un vecino.
“Por el tamaño de la panza, ya debe tener como siete meses, ojalá nazca en febrero, como yo…”, le escuché a una amiga. “Por eso ella no salía en televisión hace tiempo, ni en las actividades por el 12 de septiembre”, alcanzó a razonar un avezado observador.
Por ahora, el “misterio” permanece indescifrable. El único encuentro en 16 años desde la detención de Gerardo ocurrió en 2010, de manera extraoficial, según reseñan variadas fuentes.
En tanto, mientras ya se han anunciado las venideras rondas de conversaciones entre el gobierno de EE.UU y Cuba, miles de personas parecen más interesadas en la vida personal de los héroes que en la naturaleza de los cambios venideros.
Lo cierto es que el próximo año, un poquito antes o un tilín después, será el nacimiento atrasado del niño de Adriana y Gerardo. Esperemos que el alumbramiento sea en un país mejor.

Carta a mis hijos que están por nacer (Gerardo Hernández)
Febrero 3, 2001
Queridos hijos:
Cuando lean estas líneas habrán pasado algunos años desde que fueron escritas. Ojalá no sean muchos. En esta fecha ustedes aún no han nacido, y hasta su mamá tiene dudas de si algún día nacerán.
Todo se debe a que estoy viviendo momentos difíciles de mi vida, lejos de mi país y mi familia, de los que, sin embargo, estoy muy orgulloso y espero que algún día ustedes también lo estén.

Este es un dibujo que he hecho ya para muchos niños: hijos, sobrinos, hermanitos y otros familiares de personas que están hoy aquí conmigo. Personas que le agregaron sus palabras y su amor y lo enviaron a los seres queridos de quienes también se encuentran separados.
Por esas razones fue que quise conservarlo para que un día, después que ustedes lleguen a este mundo y aprendan a leer, sepan por qué su papá no es tan joven como muchos de los padres de sus amiguitos, y conozcan de los años en que papi y mami tuvieron que vivir separados a pesar de quererse mucho.
Años de los que tal vez un día les pueda contar más.
Los quiere mucho,
Papá